Ya no puedo darte el corazón.
Iré donde quieran mis botas
y si quieres que te diga qué hay que
hacer
te diré que apuestes por mi derrota.
Quítate la ropa , eso está bien.
No dejes nada por hacer.
Si has venido a comprarme , lárgate:
si vas a venir conmigo : agárrate.
Larguémonos , chica , hacia el mar.
No hay amanecer en esta ciudad.
No sé si nací para correr ,
Pero quizás sí que nací para
apostar...
SE QUE YA NADA VA A OCURRIR,
PERO AHORA ESTOY CONTRA LAS CUERDAS
Y NO ENCUENTRO NINGUNA FORMA DE SALIR:
VOY A APOSTAR FUERTE MIENTRAS PUEDA
Sopeña&Aznar